26 ago 2013

acumulación

I
un continuo de máscaras sin rostro alguno que las sostenga
ese es el signo de las cosas más cotidianas:
el placer, la guerra, la lectura

II
volvamos a definir «contradicción»
por ejemplo:
yo quiero ser vampiro y adorar al sol

III
el deseo escucha
pero no responde
(y si responde no es con palabras)

IV
intuyo mi felicidad en una embriaguez orgiástica, hedonista y erudita
el halo de terror que la rodea es el que provoca la perspectiva de
la vuelta
-retornar al trabajo
después de la fiesta y los excesos más sagrados


¿pero sólo eso es lo terrible?

1 comentario:

Victoria eremita dijo...



¿quién puede querer ser un erudito? y, en este sentido, ¿dónde están realmente los excesos?