no, no creo que hayamos desarrollado una resistencia a la poética
de la noche;
al contrario,
nosotros bien podríamos ser uno de sus triunfos
al contrario,
nosotros bien podríamos ser uno de sus triunfos
(me hice un puente que
va desde el phármakon griego hasta the cure)
y que me hablen de felicidad
—con seguridad no hará más alegres mis alegrías,
pero quiero el placer de decir esas palabras que sólo hacen sentido de vez en cuando
—con seguridad no hará más alegres mis alegrías,
pero quiero el placer de decir esas palabras que sólo hacen sentido de vez en cuando
encontré mi mirada para
el mundo en sus contaminaciones,
y sin embargo cuesta renunciar a la posibilidad de la pura felicidad
y sin embargo cuesta renunciar a la posibilidad de la pura felicidad
me gusta cuando caen las vendas que cubrían al hombre
invisible
del mismo modo en que me
fumo un cigarrillo para posponer el hambre
1 comentario:
La noche y el además de la noche. La contaminación es el puente. los venenos del ritual, la alegría confusa. La felicidad de la que se habla, la de las vendas.
Nunca sentí un triunfo. El puente es interminable. Es el delirio del
¿dónde?
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