13 nov 2012

el caldo del tiempo


cerrando el desfile
la noche esquivó mis metáforas de dudas y colapsos

ya no vienen los días del tiempo —primeras furias—
aunque la turbulencia sigue alimentando con mi caldo,
caldo-de-mí,
los pacíficos desunidos
que hace rato engulló la guerra

¡ay de este turbio caldo de mis rostros!
(vuelve a entrar un viejo derrumbe que se sabe de voces y lenguajes)

¡ay del refugio intestinal de los rechazados!
(quiero desear un nuevo alimento para aprender de un hambre salvaje)

3 comentarios:

Victoria eremita dijo...

¡Ay ..!

Victoria eremita dijo...

Con sonido estentóreo, que da miedo.

Felipe Nicastro dijo...

con el tiempo he reconocido aquí un plagio cariñoso e involuntario; sólo cuando todos (?) lo sepan vendrán las comillas