«—¿Usted es poeta?—preguntó [Teddy].
—¿Poeta? —dijo Nicholson—. Dios, no. Por desgracia, no. ¿Por qué preguntas?
—No sé. Los poetas se toman siempre el tiempo tan a pecho. Siempre están metiendo sus emociones en cosas que no tienen ninguna emoción.»
—¿Poeta? —dijo Nicholson—. Dios, no. Por desgracia, no. ¿Por qué preguntas?
—No sé. Los poetas se toman siempre el tiempo tan a pecho. Siempre están metiendo sus emociones en cosas que no tienen ninguna emoción.»
J.D. Salinger, “Teddy” en 9
cuentos
… y aún si comenzara diciendo
«acabando»,
de todos modos
esto/aquello
sería un comienzo…
«acabando»,
de todos modos
esto/aquello
sería un comienzo…
-
tengo la pésima costumbre
de siempre querer empezar
empezando por el principio
de siempre querer empezar
empezando por el principio
[…
hoy:
arrancar < enganchar
…]
hoy:
arrancar < enganchar
…]
es que no tengo oído para engancharme en un tempo desconocido
suena la sirena del comienzo
y yo, sordo, atado a mis ataduras
y con el pecho en la cabeza,
suplico:
y yo, sordo, atado a mis ataduras
y con el pecho en la cabeza,
suplico:
dejamedescansarunpocomásquedespuésarrancocontodaslaspilaslojuro
pero
todavía/siempre
estoy en el «todavía/siempre no»,
y esa es otra trampa de la voluntad
todavía/siempre
estoy en el «todavía/siempre no»,
y esa es otra trampa de la voluntad
ahora[1]
tiene sentido terminar diciendo
«acabando»,
pero ya no sirve de nada
tiene sentido terminar diciendo
«acabando»,
pero ya no sirve de nada
-
si siempre estoy en el tiempo,
incluso si yo soy el tiempo,
sin embargo,
nunca estoy a tiempo
incluso si yo soy el tiempo,
sin embargo,
nunca estoy a tiempo
No hay comentarios:
Publicar un comentario