a veces quiero ser TAN otro que lloro
(como llora cualquier otro)
esperando irme en alguna de esas lágrimas...
pero sé que la monstruosidad me encontraría de nuevo,
que se apoderaría de aquél otro
(que seguiría siendo algún yo)
una persecusión introspectiva con el objeto de acabar con toda tierra fértil sobre este y cualquier otro planeta ficticio
llegará ese momento:
la última criatura, arrastrando violentamente la carga de todos los que puedo ser,
tomará la decisión que este que soy no puede siquiera contemplar;
lo incendiará todo,
le devolverá a las cenizas lo poco que les corresponde
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Después de todo, las lágrimas son el reacomodamiento del monstruo...no su muerte. Aunque tengan esa apariencia de sacar en pequeñas cuotas de humedad cosas afuera (las cuales ¨no volverían¨)....resulta que no significan más que la reacción del mostruo que se esfuerza por seguir siendo el mismo.
"reacomodamiento del monstruo" es algo que voy a tener que plagiarte...
Nuevamente: gracias por leer y comentar. Me voy a mal acostumbrar al feedback.
Publicar un comentario